nuestra tienda de vinos

Con el fin de preservar y resaltar la complejidad que aportan las viñas viejas de Tempranillo, nos esmeramos en tratar cada racimo de uva con mimo, desde la vendimia hasta la entrada en los depósitos de fermentación, garantizando la integridad de cada uva. Tras la vendimia, se realiza una selección manual de cada racimo, para luego ser trasladados a un pequeño tanque de cemento crudo, donde optamos por extender el rango de temperatura de maceración y fermentación, desde los 5 grados hasta los 32 grados al final de la fermentación alcohólica, alargando así el tiempo del proceso. Esto permite que el vino tenga un perfil de aromas más complejo, desde los aromas florales de temperaturas más frescas, mineralidad y un toque de hierbas frescas, hasta fruta madura en altas temperaturas.

Las viñas viejas de Temapranillo plantadas en zonas de altura permiten la maduración lenta de la uva, concentrando taninos y antocianos, a la vez que se mantiene una buena acidez. Gracias a ello, nos permite obtener un vino con mucho cuerpo y color, con una gran capacidad de envejecimiento. La fermentación maloláctica se realiza en parte en depósitos de hormigón y parte en barricas nuevas de 225 litros de roble francés y español. Cada recipiente aporta unas características, aumentando así la complejidad del vino. Durante éste proceso, mantendremos las lías finas en cada barrica y haremos batonaje periódicamente, para que los taninos tengan más finura y el vino tenga mejor estructura, además se realzan los aromas lácticos y de panadería. Finalmente se envejece durante 22 meses en barrica hasta alcanzar el máximo equilibrio entre fruta y roble.